Basada en un hecho real e histórico. Herodoto cuenta cómo el navegante Coleos de Samos llevó a Grecia una gran fortuna por la generosidad del Rey tarteso Argantonio eludiendo a los Fenicios que controlaban todo el mar Mediterráneo y propiciando así el negocio con la península Ibérica.
Recreo la estética de las figuras guerreras esquematizadas que hay en las estelas de piedra del final de la edad de bronce y el gran tesoro del Carambolo. Los tartesos utilizaban unos signos gráficos a modo de alfabeto de sonidos que he incluido en las ilustraciones: un texto encriptado y que pueden ser “traducidos” con el alfabeto final.
Que no te engañen mis harapos. He bebido en copas de bronce, comido con cubiertos de plata, dormido sobre sedosas telas y viajado en naves de oro. ¡Fuí el hombre más afortunado de Grecia! ¡Ah! No te he dicho de dónde provenían mis tesoros… Fui el primero en llegar a Tartessos, ningún griego se había arriesgado jamás tan lejos.
Menciones: Ayudas a la Edición del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte 2016.